A lo largo de su carrera, el Sr. Miscavige ha trabajado sin cesar para expandir y proteger la religión. A principios de la década de 1980, fue el autor de la reorganización de la estructura corporativa y administrativa de la Iglesia, que anunció una nueva era para la religión y años de crecimiento y estabilidad continuos. En 1993, puso fin a la guerra de 40 años de duración entre Scientology y la agencia tributaria. De igual modo ha asumido un papel personal y muy eficaz en traer paz y terminar con disputas pasadas ante los tribunales y las agencias gubernamentales, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.

Como líder eclesiástico mundial de la religión de Scientology, un papel que ha desempeñando durante casi 20 años, la Iglesia ha experimentado una expansión sin precedentes de la religión como movimiento mundial, lo que se ve reflejado en más de 11.000 iglesias, misiones y centros en 165 países, debido en gran parte a su constante dedicación a mantener la pureza e integridad del legado de L. Ronald Hubbard.

A pesar de no ser un portavoz para Scientology, con frecuencia la prensa menciona al Sr. Miscavige en relación con la religión. Ted Koppel lo entrevistó en un segmento de 90 minutos en Nightline en 1992, programa que ganó un Emmy. Un año más tarde, el Sr. Miscavige fue parte de un grupo selecto de líderes invitados por el Presidente de Estados Unidos a participar en una conferencia sobre libertad religiosa en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca. Durante el transcurso de las tres últimas décadas, se ha dirigido a centenares de miles de scientologists y no scientologists en celebraciones y eventos internacionales de Scientology. Su visión y dedicación a avanzar las Metas de Scientology han resultado en que más personas que nunca en la historia de la Iglesia entren al Puente a la libertad total y comiencen a subir por él.

El Sr. Miscavige ha sido el impulsor del programa mundial para expandir todas las iglesias de Scientology para servir mejor a sus comunidades, no sólo para volverse islas de cordura y socorro donde se le da la bienvenida a todo el mundo, sino también para servir como puntos de emanación para la gran cantidad de programas de mejora social de la Iglesia dirigidos a erradicar las plagas agobiantes de analfabetismo, inmoralidad, consumo de drogas e intolerancia.

Con este fin, el Sr. Miscavige personalmente fue la punta de lanza para la creación e inauguración de muchas de estas nuevas iglesias: