Otra práctica fundamental de la religión de Scientology es el entrenamiento: el estudio de los principios de Scientology. En la religión de Scientology se dispone de muchos cursos de entrenamiento, ya que, según se ha indicado, una persona puede usar las verdades que se encuentran en Scientology para mejorar las condiciones en cada área de la vida. Sin embargo, los cursos de entrenamiento más importantes son aquellos por medio de los cuales se aprende a ser auditor. Esto se debe al hecho de que el principio preponderante en todos los cursos es que Scientology es una filosofía religiosa aplicada, y todo el entrenamiento hace hincapié en la aplicación.
El amplio sendero que el scientologist sigue a través de la auditación y el estudio de los materiales de Scientology se conoce como El Puente. Esto expresa un antiguo concepto: una ruta vislumbrada por mucho tiempo a través de un abismo entre el estado actual del hombre y niveles de consciencia sumamente elevados. El Puente consta de pasos graduales, de manera que los logros se incrementan progresivamente, son previsibles y patentes.
Este puente tiene dos lados: por un lado, al recibir auditación, uno alcanza los estados de consciencia más elevados como ser espiritual; por el otro, uno estudia los axiomas y los principios de Scientology y aprende a ser auditor, avanzando finalmente hasta los niveles más altos de destreza como auditor. La libertad disponible por medio de Scientology requiere que uno pase por estos dos senderos. Porque si bien uno se libera por medio de la auditación, esto se debe ampliar con los conocimientos de cómo permanecer libre. Conocer los mecanismos mediante los cuales se puede perder la libertad espiritual es de por sí una libertad, y lo coloca a uno fuera de su influencia. En resumidas cuentas, pues, El Puente constituye una ruta hacia arriba desde los estados más bajos de la existencia humana hasta niveles espirituales no imaginados hasta ahora. Y en ese sentido, representa un sueño espiritual que es tan antiguo como el hombre mismo.
