Y, ¿qué fue esa batalla campal? Según la Junta de Directores de esa Fundación de Nueva Jersey, no importaba si las vidas pasadas eran válidas o no. Por resolución de la Junta, intentaron “prohibir” toda discusión del asunto. ¿Por qué? En 1950, si querías la bendición del establishment, no hablarías de nada que no pudiera describirse como fenómeno físico.
Pero si así se pensaba en 1950, consideremos una batalla campal mucho más antigua, una que se origina en la Roma del siglo IV. Hasta ese punto, se conocían las vidas pasadas: todo el mundo vivía más de una vez y todo el mundo lo sabía.
Entonces, ¿qué cambió? El emperador romano Constantino tuvo una “visión” en el campo de batalla, y atribuyó su victoria a su nueva fe en la cristiandad. Y de repente, la cristiandad pasó de ser una “secta perseguida”, a ser la religión oficial del estado imperial. Sin embargo, había un intercambio. El emperador quería algo a cambio, y lo consiguió. Los obispos cristianos prohibieron las vidas pasadas. El asunto no era teológico, era político. O como los historiadores lo explican: “La iglesia necesitaba el látigo del Día del Juicio Final para tener a los fieles a raya; era un asunto de supervivencia no permitir que la creencia en la reencarnación se afianzara entre los seguidores”.
Y si nunca oyeron hablar de los paulicianos de Tracia, los bogomilos de Bulgaria o los patarenos de los Balcanes, es porque se mantuvieron inquebrantables a su conocimiento de las vidas pasadas y se les masacró por ello. Ese fue el fin de las vidas pasadas en Occidente.
Y precisamente eso fue con lo que LRH se encontró en 1950, cuando la Junta de la Fundación intentó prohibir la investigación. Como respuesta, LRH sólo les dijo esto: “Ustedes no pueden aprobar lo que existe o no en la mente. ¡Y no pueden decirme a mí qué investigar!”. Entonces viajó a la Habana precomunista, lejos de esas distracciones, para iniciar el siguiente paso en la investigación con La ciencia de la supervivencia.
Así llegó el avance de LRH que explicaba todos los fenómenos observados durante los meses anteriores: la “teoría theta-MEST”. La explicó así: “Theta es pensamiento, fuerza vital, élan vital, el espíritu, el alma o cualquier otra de las numerosas definiciones que ha tenido durante varios miles de años. El universo físico sería el universo de la materia, la energía, el espacio y el tiempo (MEST). En cuanto separamos estas dos entidades, un sinfín de problemas, que hasta ahora eran muy complejos, se resuelven produciendo simplicidad”.
