Singular en la religión de Scientology –y revolucionario en el campo del desarrollo espiritual– es el uso por parte de los auditores del electropsicómetro, o E-Metro. Los auditores usan el E-Metro para ayudar a aislar las áreas de angustia o aflicción espiritual que existen por debajo de la consciencia presente de una persona. Una vez que se sacan a relucir, estas áreas problemáticas pueden ser examinadas por el individuo sin las influencias subjetivas que acompañan las prácticas de asesoramiento espiritual de otras religiones.
El Sr. Hubbard desarrolló el E-Metro basándose en su conocimiento de que la mente contiene cuadros de imagen mental, grabaciones reales de experiencias del pasado. Estos cuadros contienen energía y masa. Cuando una persona ve uno de estos cuadros de imagen mental, o tiene un pensamiento, el E-Metro registra con precisión los cambios que ocurren en esta masa y energía mentales. El E-Metro no diagnostica ni cura nada; simplemente mide el estado o cambio de estado de un individuo y sirve como guía para lo que se debe abordar en una sesión de auditación.
Dianética anunció el descubrimiento de una parte dañina de la mente, hasta ese entonces desconocida, que contiene muchas grabaciones de experiencias pasadas de pérdida, dolor e inconsciencia en forma de cuadros de imagen mental. Existen debajo del nivel de consciencia de la persona y se acumulan colectivamente para formar lo que se llama mente reactiva: la fuente de todos los temores, las emociones, los dolores y las enfermedades psicosomáticas no deseadas. Paso a paso, la auditación se dirige a la mente reactiva hasta que su contenido, previamente desconocido, se descubre, y se borran sus efectos dañinos sobre el individuo. Cuando esto ocurre, uno logra un nuevo estado de ser que en Scientology se llama Clear. La personalidad básica y fundamental del individuo, su habilidad artística, su fuerza personal y carácter individual, su bondad y decencia inherentes, se restablecen plenamente.